Imagine un dispositivo capaz de "ver" las amenazas invisibles que le rodean. Los sensores de gas hacen precisamente eso: detectan gases nocivos en el entorno y convierten sus concentraciones en señales legibles. Este artículo explora los distintos tipos de sensores de gas, desde los de termopila hasta los de infrarrojos, y le guía en la selección del más adecuado para sus necesidades. Sumérjase y aprenda cómo funcionan estos sensores y qué factores debe tener en cuenta a la hora de elegir uno, para garantizar la seguridad y la eficacia en diversas aplicaciones.
Un sensor de gas es un tipo de convertidor que transforma la fracción volumétrica de un determinado gas en la señal eléctrica correspondiente.
La sonda acondiciona la muestra de gas a través del sensor de gas, lo que suele implicar la eliminación de impurezas y gases interferentes, así como un tratamiento de secado o enfriamiento de la parte de visualización del instrumento.
Es un dispositivo que convierte la información de los componentes del gas, la concentración y otros datos en información que puede ser utilizada por el personal, los instrumentos, los ordenadores, ¡y mucho más!
Los sensores de gas suelen clasificarse como un tipo de sensor químico, aunque esta clasificación puede no ser del todo científica.
A continuación se indican los tipos de sensores de gas:
1. Sensor de gas termopila
El sensor de gas de termopila es uno de los primeros sensores de gas desarrollados, capaz de detectar diversos gases como dióxido de carbono, metano, oxígeno, etc.
Consta de una sonda termopila y una placa de circuitos; la sonda termopila detecta la concentración de gas, y la placa de circuitos transmite estas señales a la pantalla para que el usuario pueda ver los resultados de la detección.
2. Sensor óptico de gas
El sensor óptico de gas es uno de los sensores de gas más novedosos, capaz también de detectar diversos gases como dióxido de carbono, metano, oxígeno, etc.
El sensor óptico consta de una sonda óptica y una placa de circuitos; la sonda óptica detecta la concentración de gas y transmite señales a la placa de circuitos para que el usuario pueda ver los resultados de la detección.
3. Sensor electroquímico de gas
El sensor de gas electroquímico es un tipo común de sensor de gas que puede detectar varios gases como dióxido de carbono, metano, oxígeno, etc.
Consta de una sonda electroquímica y una placa de circuitos; la sonda electroquímica detecta la concentración de gas, y la placa de circuitos transmite estas señales a la pantalla para que los usuarios examinen los resultados de la detección.
4. Sensor de gas metálico
El sensor de gas metálico es otro tipo común de sensor de gas, capaz de detectar varios gases como dióxido de carbono, metano, oxígeno, etc.
Se compone de una sonda metálica y una placa de circuitos; la sonda metálica detecta la concentración de gas, y la placa de circuitos transmite estas señales a la pantalla para que los usuarios puedan ver los resultados de la detección.
5. Sensor de gas por infrarrojos
El sensor de gas por infrarrojos es un nuevo tipo de sensor de gas, capaz de detectar varios gases como dióxido de carbono, metano, oxígeno, etc.
Consta de una sonda de infrarrojos y una placa de circuitos; la sonda de infrarrojos detecta la concentración de gas, y la placa de circuitos transmite estas señales a la pantalla para que el usuario pueda ver los resultados de la detección.
Un sensor de gas es un dispositivo que convierte la fracción volumétrica de un determinado gas en una señal eléctrica correspondiente. A continuación se ofrece una introducción detallada a los principios de la selección de sensores de gas.
1. Determinación del tipo de sensor en función del objeto de medición y del entorno
Para una tarea de medición específica, primero hay que considerar qué tipo de sensor de gas utilizar, lo que sólo puede determinarse tras analizar diversos factores. Incluso cuando se mide la misma magnitud física, hay múltiples tipos de sensores entre los que elegir.
La idoneidad de un sensor depende de las características del objeto medido y de las condiciones de uso del sensor, incluidos factores como el tamaño del alcance, los requisitos de volumen del sensor en el lugar de medición, si la medición es con contacto o sin contacto, el método de salida de la señal, la fuente del sensor y el coste.
Una vez considerados estos factores, se puede determinar el tipo de sensor que se va a utilizar y, a continuación, considerar sus indicadores de rendimiento específicos.
2. Elección de la sensibilidad
Generalmente, dentro del rango lineal de un sensor, se prefiere una mayor sensibilidad. Una sensibilidad elevada da lugar a señales de salida más grandes que corresponden a cambios en la variable medida, lo que facilita el procesamiento de la señal.
Sin embargo, un sensor de alta sensibilidad también puede captar fácilmente ruidos ajenos a la medición, que pueden amplificarse y afectar a la precisión de la medición. Por tanto, el sensor debe tener una elevada relación señal/ruido para minimizar las perturbaciones del mundo exterior.
La sensibilidad de un sensor es direccional. Si el objeto medido es una magnitud unidireccional y su direccionalidad es importante, debe elegirse un sensor con baja sensibilidad en otras direcciones.
Si el objeto medido es un vector multidimensional, es preferible un sensor con una sensibilidad cruzada menor.
3. Características de respuesta en frecuencia
Las características de respuesta en frecuencia de un sensor determinan la gama de frecuencias de la medición. Debe mantener unas condiciones de medición sin distorsiones dentro de la gama de frecuencias permitida.
En la práctica, la respuesta del sensor siempre tiene un retardo, y es deseable que éste sea lo más corto posible. Un sensor con una respuesta de alta frecuencia puede medir una amplia gama de frecuencias de señal.
Debido a las características estructurales de los sistemas mecánicos, que suelen tener una gran inercia, los sensores de baja frecuencia son más adecuados para medir señales de baja frecuencia.
En las mediciones dinámicas, las características de la respuesta deben coincidir con las características de la señal (estado estacionario, transitorio, aleatorio, etc.) para evitar errores excesivos.
4. Rango lineal
El rango lineal de un sensor se refiere al rango en el que la salida es proporcional a la entrada. Teóricamente, dentro de este rango, la sensibilidad permanece constante. Un rango lineal más amplio indica un rango de medición mayor y garantiza una cierta precisión de medición.
A la hora de seleccionar un sensor, hay que comprobar en primer lugar si su alcance cumple los requisitos una vez determinado su tipo.
Sin embargo, en realidad, ningún sensor puede garantizar una linealidad excelente, y la linealidad es relativa.
Cuando la precisión de medición requerida es relativamente baja, dentro de un rango determinado, los sensores con pequeños errores no lineales pueden aproximarse como lineales, lo que simplifica enormemente el proceso de medición.
5. Estabilidad
La estabilidad se refiere a la capacidad de un sensor para mantener inalteradas sus prestaciones tras un periodo de uso.
Los factores que afectan a la estabilidad a largo plazo de un sensor incluyen no sólo la propia estructura del sensor, sino también su entorno de uso. Por lo tanto, un sensor de gas debe tener una gran capacidad de adaptación al entorno para garantizar una buena estabilidad.
Antes de elegir un sensor, hay que investigar su entorno de funcionamiento y elegir un sensor adecuado o tomar las medidas oportunas para reducir las influencias ambientales en función de este entorno. La estabilidad de un sensor tiene indicadores cuantitativos.
Una vez superado el periodo de uso, el sensor debe recalibrarse antes de su utilización para determinar si ha cambiado su rendimiento.
En situaciones en las que el sensor debe utilizarse durante mucho tiempo y no puede sustituirse o calibrarse fácilmente, el sensor seleccionado debe tener unos requisitos de estabilidad más estrictos y ser capaz de soportar pruebas a largo plazo.
6. Precisión
La precisión es un indicador importante del rendimiento de un sensor y un factor crítico que afecta a la precisión de medición de todo el sistema de medición. Cuanto mayor sea la precisión del sensor, más caro será.
Por lo tanto, la precisión del sensor sólo tiene que cumplir los requisitos de precisión de todo el sistema de medición, y no es necesario elegir una precisión excesivamente alta.
De este modo, se puede elegir un sensor más barato y sencillo entre muchos sensores que pueden cumplir el mismo objetivo de medición.
Si el objetivo de la medición es el análisis cualitativo, debe elegirse un sensor con una alta repetibilidad, y no es necesario elegir uno con una excelente precisión cuantitativa.
Si el objetivo es el análisis cuantitativo y se necesitan valores de medición precisos, debe elegirse un sensor con un nivel de precisión que cumpla los requisitos.