¿Se ha preguntado alguna vez cómo funcionan con tanta eficacia los almacenes modernos? Este artículo explora el fascinante mundo de los robots de manipulación móviles: AGV, RGV e IGV. Conozca las diferencias entre estos robots y descubra cómo revolucionan la logística, haciendo que las operaciones sean más rápidas e inteligentes. Prepárese para descubrir los secretos que se esconden tras sus impresionantes capacidades.
Como uno de los equipos centrales de la logística inteligente, los robots móviles de manipulación han experimentado un crecimiento explosivo en los últimos años. En el mercado de los robots móviles, además de los conocidos AGV, los RGV y los IGV también desempeñan su papel en el sistema logístico automatizado.
Sin embargo, muchos no tienen un concepto claro de las diferencias entre AGV, IGV y RGV. A través de este artículo, lo aclararemos.
Con el rápido auge de la fabricación inteligente, la consiguiente cuarta revolución industrial ha propiciado un rápido desarrollo de la industria de fabricación inteligente. Los robots móviles de manipulación, como uno de los equipos centrales de la logística inteligente, han presentado un crecimiento explosivo en los últimos años.
En el mercado de los robots móviles, además de los AGV comunes, también han surgido rápidamente los RGV y los IGV en el campo de la logística automatizada.
RGV, o vehículo guiado por raíles, se utiliza habitualmente en métodos de almacenamiento de alta densidad para almacenes verticales. El recorrido del vehículo puede diseñarse para que sea tan largo como sea necesario, y no hay necesidad de equipos adicionales para entrar en el pasillo al mover o transportar mercancías. El resultado son operaciones rápidas y seguras que pueden mejorar eficazmente la eficiencia del sistema de almacenaje.
También puede utilizarse para la conexión y transferencia entre líneas transportadoras paralelas, realizando la conectividad logística. Su principal característica es que dispone de una vía física en el suelo y camina por esta vía inherente con recorridos relativamente únicos.
AGV son las siglas en inglés de Vehículo Guiado Automáticamente. Se trata de un sistema de transporte avanzado equipado con sofisticadas tecnologías de guiado, incluidos sistemas de navegación electromagnéticos, ópticos, láser o basados en GPS. Los AGV están diseñados para desplazarse de forma autónoma por trayectorias predefinidas o rutas planificadas dinámicamente dentro de entornos industriales, ofreciendo un alto grado de flexibilidad y eficiencia en las operaciones de manipulación de materiales.
Estos vehículos están diseñados con múltiples funciones de seguridad, como sensores de detección de obstáculos, botones de parada de emergencia y sistemas anticolisión, que garantizan un funcionamiento seguro junto a trabajadores humanos. Los AGV pueden desempeñar una amplia gama de funciones de transporte, como la entrega de materias primas, el movimiento de productos en curso y la manipulación de productos acabados, adaptándose a distintos tipos y tamaños de carga.
A diferencia de los vehículos guiados por raíles (RGV), los AGV ofrecen una flexibilidad superior en el diseño y la ejecución de rutas. Sus rutas pueden incorporar líneas rectas, giros, intersecciones y rutas de fusión, lo que permite configuraciones de disposición complejas. Esta adaptabilidad permite a los AGV navegar por diversos diseños de fábricas, almacenes y centros de distribución, optimizando la utilización del espacio y agilizando el flujo de materiales.
Además, los AGV modernos suelen estar integrados con sistemas de gestión de instalaciones y pueden reprogramarse para adaptarse a cambios en los procesos de producción o en la disposición de las instalaciones, lo que proporciona una solución escalable para operaciones de fabricación y logística en constante evolución.
IGV, o Vehículo Guiado Inteligente, representa un avance significativo en la automatización industrial que ha surgido en los últimos años. Esta innovadora tecnología ofrece mejoras sustanciales con respecto a los sistemas AGV (Vehículo Guiado Automáticamente) tradicionales, sobre todo en términos de flexibilidad operativa y adaptabilidad.
A diferencia de los AGV, que suelen depender de marcadores fijos o rutas predefinidas, los IGV utilizan tecnologías avanzadas de detección y navegación para operar de forma autónoma en entornos dinámicos. Esta capacidad de navegación sin marcadores permite a los IGV ajustar dinámicamente sus rutas en tiempo real, en respuesta a obstáculos, cambios en la distribución de la fábrica o cambios en las demandas de producción.
La búsqueda flexible de trayectorias de los IGV ofrece varias ventajas clave:
Las funciones de programación inteligente de los IGV permiten una integración perfecta con los sistemas de ejecución de fabricación (MES) o los sistemas de gestión de almacenes (WMS), lo que posibilita la optimización en tiempo real de las tareas de manipulación de materiales en función de las prioridades de producción actuales.
Aunque la tecnología IGV ofrece ventajas significativas para muchas operaciones de fabricación y logística, es importante señalar que la elección óptima entre los sistemas AGV e IGV depende de los requisitos específicos de las instalaciones, la infraestructura existente y el grado de flexibilidad necesario en los procesos de manipulación de materiales.
En resumen, RGV (Rail Guided Vehicle), AGV (Automated Guided Vehicle) e IGV (Intelligent Guided Vehicle) se utilizan para la manipulación y transferencia automatizada de materiales en entornos industriales. Sin embargo, presentan distintos niveles de automatización e inteligencia, siendo el IGV el de mayor grado, seguido del AGV y, por último, el RGV. Los RGV circulan por vías fijas, los AGV dependen parcialmente de ayudas a la navegación como códigos de barras y códigos QR, mientras que los IGV funcionan con total autonomía.
La evolución de RGV a IGV refleja una tendencia significativa en el desarrollo de la robótica móvil: mayor inteligencia, menor dependencia de infraestructuras auxiliares y mayor flexibilidad operativa. Esta progresión se alinea con el movimiento más amplio de la industria hacia la fabricación inteligente y los principios de la Industria 4.0.
Sin embargo, es crucial señalar que la aparición de los IGV no deja necesariamente obsoletos a los demás sistemas. Cada tecnología tiene sus ventajas únicas en escenarios de aplicación específicos:
La elección entre estos sistemas depende de varios factores, entre ellos:
En el panorama industrial actual, no existe una regla absoluta que dicte que una mayor automatización o inteligencia suplantará por completo a las soluciones de menor tecnología. A menudo, la elección óptima pasa por un enfoque híbrido, que combine diferentes tecnologías para lograr la solución de manipulación de materiales más eficiente y rentable, adaptada a las necesidades específicas de cada instalación.
Los RGV son componentes integrales de sistemas logísticos y líneas de producción avanzados, que ofrecen una integración perfecta con estaciones de almacenamiento, zonas de amortiguación, transportadores, ascensores, estaciones de trabajo y sistemas robóticos. Sus capacidades de transporte automatizado de materiales, gobernadas por sofisticados algoritmos de planificación e instrucciones en tiempo real, reducen significativamente los costes operativos a la vez que mejoran la eficiencia global.
Las RGV, que funcionan sobre raíles diseñados con precisión, están optimizadas para escenarios de aplicación específicos. Se clasifican principalmente en dos dimensiones:
Clasificación funcional:
Clasificación del movimiento:
Estructuralmente, una RGV consta de varios componentes clave:
Las RGV destacan por su estabilidad operativa gracias a su diseño aerodinámico, que demuestra su resistencia a las perturbaciones ambientales y requiere un funcionamiento especializado mínimo. Esto se traduce en un menor índice de averías, menores costes de mantenimiento y una fiabilidad excepcional en entornos industriales.
Sin embargo, la naturaleza de carril fijo de los RGV presenta ciertas limitaciones. Una vez establecida una ruta, las modificaciones pueden ser complejas y costosas, lo que puede afectar a la flexibilidad del trazado y a la escalabilidad del sistema. A pesar de estas limitaciones, los RGV mantienen una alta eficiencia operativa dentro de los parámetros diseñados.
En resumen, los RGV ofrecen una solución convincente para las industrias que buscan optimizar el flujo de materiales y los procesos de montaje, sobre todo en entornos en los que es esencial un transporte predecible y de gran volumen. Su implantación requiere una cuidadosa consideración de las necesidades de producción a largo plazo y posibles adaptaciones futuras para maximizar la rentabilidad de la inversión.
Los sistemas AGV (IGV) se utilizan ampliamente en las industrias de almacenamiento y fabricación de comercio electrónico. Son la mejor opción para muchas empresas de fabricación para mejorar la eficiencia de la producción y reducir los costes de producción.
En comparación con los RGV, tienen un mayor grado de automatización e inteligencia.
Sus rutas pueden modificarse con flexibilidad en función de las necesidades de almacenamiento y los procesos de producción, y el coste de cambiar las rutas de funcionamiento es muy bajo en comparación con las cintas transportadoras tradicionales y las líneas de transporte rígidas.
En comparación con los RGV, los AGV tienen una gama más amplia de escenarios de aplicación. Desempeñan un papel importante en el mecanizado, el almacenamiento, el montaje y otros procesos de fabricación, e incluso se han convertido en una de las configuraciones más emblemáticas de las modernas fábricas inteligentes.
El AGV suele constar de los siguientes componentes:
Chasis: Compuesto por el bastidor y los dispositivos mecánicos correspondientes, sirve de base del AGV y de cimiento para la instalación de otros componentes.
Batería y dispositivos de carga: Compuesto por estaciones de carga y unidades de carga automática, el AGV puede completar la carga automática en línea. Gestionado por el sistema de control central, permite una producción continua las 24 horas del día.
Sistema de propulsión: Compuesto por ruedas, reductores, frenos, motores de accionamiento y reguladores de velocidad. Controla el funcionamiento normal del AGV. Las instrucciones de funcionamiento son emitidas por el ordenador o manualmente, y los ajustes de velocidad, dirección y frenado son controlados por el ordenador. Por razones de seguridad, los frenos se accionan mecánicamente en caso de fallo de alimentación.
Sistema de guiado: Recibe información direccional del sistema de guiado para garantizar que el AGV se desplaza por la trayectoria correcta.
Dispositivos de comunicación: Facilita el intercambio de información entre el AGV y la consola de control, así como los equipos de supervisión.
Dispositivos de seguridad y auxiliares: Para evitar colisiones cuando el sistema funciona mal o el personal cruza la ruta de trabajo del AGV, éstos suelen venir equipados con detección de obstáculos y evitación de colisiones, alarmas, alertas visuales y dispositivos de parada de emergencia.
Dispositivos de transferencia: Entra en contacto directo con la carga transportada, permitiendo la transferencia de mercancías. Pueden seleccionarse distintos sistemas de transferencia en función de la tarea y las condiciones del lugar, siendo los más comunes los sistemas de rodillos, carretillas elevadoras y brazos robóticos.
Sistema de control central: Compuesto por un ordenador, un sistema de recogida de tareas, un sistema de alarma y el software correspondiente. Consta principalmente de un sistema de control en tierra (superior) y un sistema de control a bordo (inferior). El sistema de control en tierra, un equipo fijo del sistema AGV, es el principal responsable de la asignación de tareas, la programación de vehículos, la gestión de rutas (líneas), la gestión del tráfico y la carga automática. Tras recibir instrucciones del sistema superior, el sistema de control de a bordo se encarga de los cálculos de navegación del AGV, la implementación de la guía, el movimiento del vehículo y las operaciones de carga y descarga.
Caracterizados por su movimiento sobre ruedas, los AGV ofrecen ventajas sobre los robots que caminan, se arrastran u otros robots sin ruedas, como rapidez de acción, gran eficacia de trabajo, estructura sencilla, gran capacidad de control y buena seguridad.
En comparación con otros equipos utilizados habitualmente en el transporte de materiales, los AGV no requieren la instalación de dispositivos fijos como orugas o bastidores de soporte, y no están limitados por el terreno, las carreteras o el espacio.
Por lo tanto, pueden demostrar plenamente su automatización y flexibilidad, logrando una producción no tripulada eficaz, económica y flexible. Sus ventajas radican principalmente en:
Como rama de los robots móviles con ruedas, la principal característica de los AGV es el guiado automático. Con el desarrollo de diversas tecnologías, la tecnología de guiado de AGV también mejora constantemente.
Los métodos de guiado más utilizados son: guiado electromagnético, guiado por cinta magnética, guiado por cinta de color, guiado láser, guiado inercial, guiado visual, guiado GPS y guiado por coordenadas.
Modos de conducción
Los modos de tracción de AGV más utilizados pueden resumirse en cuatro tipos: tracción en una rueda, tracción diferencial, tracción en dos ruedas y tracción omnidireccional. En función del número de ruedas, existen principalmente modelos de tres y cuatro ruedas. A la hora de elegir un modelo, éste se selecciona en función de las condiciones reales de la carretera y los requisitos funcionales del lugar de trabajo.
Fuente de alimentación
La fuente de alimentación de los AGV tradicionales suele ser baterías como portadores de almacenamiento de energía. Los tipos de baterías que pueden utilizar los AGV son: plomo-ácido/plomo puro, níquel-hidrógeno, níquel-cadmio y baterías de iones de litio.
En los últimos años, con la madurez de la tecnología de baterías, se ha promovido gradualmente la aplicación de supercondensadores en AGV, y con el desarrollo de la tecnología de transferencia de energía sin contacto, los productos relacionados han sustituido el modo tradicional de suministro de energía de los AGV en algunas áreas.
Control del sistema
Se divide principalmente en sistemas de control en tierra (superior) y sistemas de control a bordo (inferior). El sistema de control superior controla eficazmente varios AGV, optimiza la clasificación de tareas, planifica dinámicamente la asignación de AGV y las rutas de conducción, y realiza una gestión inteligente del tráfico.
El sistema de control inferior es responsable de los cálculos de navegación, la implementación del guiado, la marcha del vehículo, las operaciones de carga y descarga, etc., tras recibir las instrucciones del sistema superior.
El mercado de los vehículos de guiado automático (AGV) está experimentando un fuerte crecimiento, expandiéndose más allá de sus bastiones tradicionales. Aunque históricamente han dominado industrias a gran escala como la automoción y la fabricación de tabaco, los AGV están ganando terreno en los sectores de la electrónica y los electrodomésticos, impulsando un crecimiento sustancial de las ventas.
Además, la adopción de la tecnología AGV se ha ampliado considerablemente, penetrando en diversos panoramas industriales. Las industrias de maquinaria de construcción, productos farmacéuticos, generación de energía, procesamiento químico, fabricación de papel, defensa y materiales avanzados aprovechan cada vez más las capacidades de AGV para mejorar la eficiencia operativa y la productividad.
En las empresas manufactureras, las aplicaciones de AGV han trascendido sus funciones convencionales de almacenamiento y manipulación de materiales. Estas máquinas versátiles se utilizan ahora en varias fases de los procesos de producción, desde la entrega de materias primas hasta el movimiento de productos en curso y la gestión de productos acabados. Esta expansión está impulsada por los avances en la tecnología AGV, que incluyen sistemas de navegación mejorados, funciones de seguridad mejoradas y mayores capacidades de carga útil.
Aunque las marcas extranjeras consolidadas siguen manteniendo una ventaja competitiva, sobre todo en aplicaciones especializadas y de alta precisión, los fabricantes nacionales de AGV están acortando distancias rápidamente. Las empresas chinas, en particular, están dando pasos importantes en I+D, centrándose en soluciones rentables, capacidades de localización mejoradas e integración con tecnologías de la Industria 4.0, como la inteligencia artificial y el Internet de las cosas (IoT).
El panorama de los AGV en evolución se caracteriza por una creciente personalización, con fabricantes que ofrecen soluciones a medida para satisfacer requisitos específicos de la industria. Se espera que esta tendencia, junto con el creciente énfasis en la fabricación inteligente y la automatización, acelere aún más el crecimiento del mercado de AGV en los próximos años.
Puntos clave para la selección de AGV:
1. Análisis del coste total de propiedad (TCO)
2. Decidir entre AGV (vehículo de guiado automático) y AGC (carro de guiado automático)
3. Selección del método de navegación óptimo
4. Evaluación del sistema de control AGV
5. Elegir el proveedor de servicios adecuado
Proceso de selección de AGV:
1. Identificar los requisitos de selección
2. Establecer un comité de selección interfuncional
3. Investigar y evaluar posibles soluciones
4. Evaluación y proceso de licitación
5. Selección final y planificación de la aplicación
Los Vehículos Guiados Inteligentes (VGI) representan un avance significativo en la tecnología de los Vehículos Guiados Automáticamente (VAG), ya que ofrecen mayor precisión, seguridad, flexibilidad y adaptabilidad al entorno. Estas mejoras se derivan de la innovación continua en robótica, inteligencia artificial y tecnologías de sensores.
En cuanto a la navegación, los IGV han revolucionado el paradigma de los sistemas de guiado. Mientras que los AGV tradicionales se basan en marcadores fijos como códigos QR, bandas magnéticas o reflectores, los IGV emplean técnicas de navegación avanzadas basadas en la tecnología de localización y mapeo simultáneos (SLAM). Esto les permite generar y actualizar mapas de escena en tiempo real de forma autónoma, eliminando la necesidad de infraestructuras fijas. En consecuencia, las modificaciones de la trayectoria resultan notablemente sencillas y flexibles, lo que permite una rápida adaptación a entornos de fabricación dinámicos.
La flexibilidad de los IGV va más allá de la navegación y se debe a su filosofía de diseño modular. Estos vehículos están diseñados para alojar varios módulos funcionales, lo que los hace ideales para aplicaciones que exigen una gran versatilidad. Además de las tareas estándar de transporte de materiales, los IGV pueden personalizarse con módulos intercambiables como:
Este enfoque modular permite a una única plataforma IGV desempeñar múltiples funciones dentro de una instalación, adaptándose a diversos flujos de procesos y requisitos de los clientes. La capacidad de reconfigurar los IGV bajo demanda aumenta significativamente la flexibilidad operativa y reduce la necesidad de múltiples vehículos especializados, mejorando en última instancia el retorno de la inversión y la utilización del espacio en entornos de fabricación y logística.