¿Ha pensado alguna vez cuánto cuesta el óxido a nuestra economía cada año? Este artículo explora el asombroso impacto de la corrosión del metal y presenta varios tipos de aceites antioxidantes que protegen nuestra maquinaria e infraestructuras. Aprenda cómo funcionan estos aceites y descubra qué tipo es el más adecuado para las distintas aplicaciones.
Según datos de la industria, la corrosión de los metales causa pérdidas económicas directas anuales que oscilan entre 21 y 41 millones de toneladas del PIB mundial, lo que pone de relieve el importante impacto financiero de este problema omnipresente.
Los estudios indican que aproximadamente un tercio de los metales producidos en todo el mundo acaban desechándose debido a la degradación relacionada con la corrosión, lo que subraya la necesidad crítica de estrategias eficaces de prevención de la oxidación en las aplicaciones industriales.
Para combatir la corrosión, se emplean diversos métodos de protección, siendo la aplicación de inhibidores de corrosión uno de los enfoques más ampliamente adoptados y rentables para salvaguardar los productos metálicos en diversas industrias.
La manifestación visual de la corrosión varía según el tipo de metal: el óxido de hierro se presenta como marrón rojizo, la pátina de cobre aparece verde, mientras que los productos de la corrosión del aluminio y el zinc suelen formar depósitos blancos. Estas variaciones de color sirven como indicadores importantes para identificar el tipo y el alcance de la corrosión en diferentes materiales metálicos.
Desde un punto de vista industrial, la prevención de la corrosión de los materiales ferrosos, en particular el hierro y el acero, es de vital importancia debido a su uso generalizado y a su susceptibilidad a la oxidación en diversos entornos.
El aceite antioxidante, una formulación protectora especializada, comprende inhibidores de corrosión solubles en aceite, aceites base cuidadosamente seleccionados y aditivos que mejoran el rendimiento. Esta combinación sinérgica proporciona una barrera protectora eficaz y una inhibición activa de la corrosión de las superficies metálicas.
La versatilidad de los aceites antioxidantes los hace indispensables en numerosas aplicaciones industriales, entre ellas:
Estos aceites desempeñan un papel crucial en la prolongación de la vida útil de los productos metálicos, la reducción de los costes de mantenimiento y la mejora de la fiabilidad general de los productos en múltiples sectores de la industria manufacturera.
Según sus diferentes propiedades y usos, el aceite antioxidante puede dividirse en las siguientes categorías:
Los aceites antioxidantes de desplazamiento utilizan principalmente sulfonatos fuertemente adsorbentes como principales inhibidores de la corrosión. Estos aceites desplazan eficazmente el agua y el sudor de las superficies metálicas, evitando la corrosión causada por la transpiración humana y la humedad ambiental.
El mecanismo de protección es doble: en primer lugar, el aceite desplaza físicamente los elementos corrosivos; en segundo lugar, forma una película protectora tenaz sobre la superficie metálica mediante adsorción. Esta película actúa como barrera, impidiendo la entrada de medios corrosivos. Debido a esta doble acción, los aceites antioxidantes de desplazamiento se emplean ampliamente para la prevención de la corrosión entre procesos y como pretratamiento superficial previo a las medidas de prevención de la oxidación a largo plazo.
Varias formulaciones de aceites antioxidantes de desplazamiento pueden servir directamente tanto para la estanqueidad como para la protección contra la corrosión. Según la norma nacional china SH0367-92 para aceites antioxidantes de desplazamiento, estos productos se clasifican en cuatro grados: Nº 1, Nº 2, Nº 3 y Nº 4. Cada grado se adapta a aplicaciones y condiciones ambientales específicas, y ofrece distintos niveles de protección y grosor de película.
Entre las principales características de los aceites antioxidantes de desplazamiento de alta calidad se incluyen:
Al seleccionar un aceite antioxidante de desplazamiento, deben tenerse muy en cuenta factores como el sustrato metálico, las condiciones de almacenamiento previstas, la duración de la protección requerida y los pasos de procesamiento posteriores para garantizar una prevención óptima de la corrosión.
Estos aceites antioxidantes contienen disolventes de petróleo volátiles o están diluidos con disolventes para su aplicación a temperatura ambiente. Incluyen aceites antioxidantes de película dura diluidos con disolvente, de película blanda y removibles, entre otros.
Al aplicarlo sobre una superficie metálica, el disolvente se evapora de forma natural, dejando una película protectora uniforme. Este tipo se utiliza ampliamente para la prevención de la corrosión en grandes superficies de equipos mecánicos y puede proteger eficazmente las materias primas y los equipos almacenados en ambientes exteriores.
El mecanismo de protección implica la formación de una película de barrera tras la evaporación del disolvente, que aísla la superficie metálica de elementos corrosivos como la humedad y el oxígeno. La composición de la película suele incluir inhibidores de la corrosión, que proporcionan una protección activa al interactuar químicamente con la superficie metálica.
Sin embargo, las piezas recubiertas con estos aceites sólo deben ponerse en contacto o envasarse tras la evaporación completa del disolvente para evitar la adherencia. En consecuencia, son más adecuados para componentes con geometrías sencillas y menos eficaces para estructuras complejas con numerosas cavidades pequeñas o para protección interna.
La norma de la industria petroquímica para los aceites antioxidantes diluidos en disolvente es SH0366-92, mientras que la norma nacional GB4879-85B2 los clasifica además en cuatro tipos:
Al seleccionar un aceite antioxidante diluido en disolvente, deben tenerse en cuenta factores como la duración prevista del almacenamiento, las condiciones ambientales y la aleación metálica específica para garantizar una protección óptima y la compatibilidad con los procesos de fabricación posteriores.
El aceite antioxidante sellado es un revestimiento protector especializado con varias características clave: aplicación a temperatura ambiente, formulación sin disolventes, formación de película fina, protección contra el óxido entre procesos y almacenamiento a largo plazo, excelente compatibilidad con aceites lubricantes y sin necesidad de limpieza al desprecintar.
Existen dos categorías principales de aceites antioxidantes sellados:
(1) Tipo inmersión
Este método consiste en sumergir completamente los productos en un recipiente lleno de aceite antioxidante. Aunque es aceptable añadir hasta 2% de inhibidor de corrosión, la incorporación regular de antioxidantes es crucial para evitar la degradación oxidativa del aceite. El proceso de inmersión garantiza una cobertura completa, especialmente beneficiosa para geometrías complejas o superficies internas.
(2) Tipo de revestimiento
Se trata de aceites de baja viscosidad diseñados para su aplicación directa como finas capas protectoras. Requieren una mayor concentración de inhibidores de la corrosión, utilizando a menudo una mezcla sinérgica de varios inhibidores para mejorar la protección. En algunas aplicaciones, se añaden modificadores reológicos como el poliisobutileno para aumentar el espesor de la película y mejorar la adherencia a las superficies metálicas.
Cuando se combinan con un embalaje exterior adecuado, los aceites antioxidantes sellados proporcionan una excelente protección a largo plazo en el almacenamiento interior. La eficacia de este método se basa en la creación de una barrera continua entre la superficie metálica y el entorno, que impide que la humedad y los agentes corrosivos lleguen al sustrato.
La norma nacional que regula el aceite antioxidante sellado en China es GB4879-85 B3, que establece requisitos específicos de composición, rendimiento y métodos de ensayo. El cumplimiento de esta norma garantiza una calidad y fiabilidad constantes en las aplicaciones industriales.
Para una protección óptima, al seleccionar y aplicar aceites antioxidantes sellados deben tenerse en cuenta factores como la aleación metálica específica, las condiciones ambientales, la duración del almacenamiento y los procesos de fabricación posteriores. La inspección y el mantenimiento periódicos del revestimiento protector pueden ser necesarios para periodos de almacenamiento prolongados.
El aceite antioxidante emulsionado es una solución avanzada de protección contra la corrosión que combina un inhibidor de óxido, un emulsionante y un aceite base. Cuando se diluye con agua, forma una emulsión estable de aceite en agua, ofreciendo una alternativa rentable y respetuosa con el medio ambiente a los antioxidantes tradicionales. Esta formulación proporciona varias ventajas clave:
La norma nacional para el aceite antioxidante emulsionado en China es GB4879-85 B4, que especifica los requisitos de composición, rendimiento y métodos de ensayo. Al seleccionar un aceite antioxidante emulsionado, deben tenerse en cuenta factores como la duración de la protección, la compatibilidad con procesos posteriores y las condiciones ambientales específicas para garantizar un rendimiento óptimo.
Este aceite multifuncional combina propiedades de lubricación superiores con una eficaz protección contra la corrosión, ofreciendo una solución de doble uso para aplicaciones industriales.
Diseñado para su uso inmediato, este aceite elimina la necesidad de retirar los compuestos de sellado tras el desprecintado, lo que agiliza los procesos de mantenimiento y reduce el tiempo de inactividad. Su versatilidad le permite servir tanto de aceite de prueba como de lubricante a largo plazo, eliminando la necesidad de cambiar el aceite tras las fases iniciales de prueba. Esta característica lo hace especialmente valioso en sistemas que requieren lubricación o sellado continuos.
La formulación del aceite puede adaptarse a aplicaciones específicas, lo que da lugar a una serie de variantes especializadas:
Cada variante se formula con paquetes de aditivos específicos para satisfacer las demandas únicas de su aplicación prevista, equilibrando factores como la viscosidad, la resistencia a la oxidación y las propiedades de inhibición de la corrosión.
La grasa antioxidante es un compuesto protector especializado formulado mediante la incorporación de inhibidores de corrosión en una base de vaselina industrial o ceras de petróleo, como parafinas y ceras microcristalinas. Esta formulación crea una barrera muy eficaz contra la humedad y la oxidación.
La aplicación de grasa antioxidante suele emplear un método de recubrimiento en caliente para conseguir un sellado y una cobertura óptimos. Esta técnica garantiza una penetración y adherencia completas a la superficie metálica, creando una sólida capa protectora.
Entre las principales características de la grasa antioxidante se incluyen:
Estas propiedades hacen que la grasa antioxidante sea ideal para la conservación a largo plazo de componentes mecánicos, maquinaria de precisión y grandes equipos industriales, especialmente en entornos difíciles o durante largos periodos de almacenamiento o transporte.
Aunque son muy eficaces, la aplicación y la retirada de la grasa antioxidante plantean algunos problemas:
Para hacer frente a estos retos, las grasas antioxidantes de alta calidad están diseñadas con aditivos avanzados que mejoran la estabilidad térmica y la resistencia a la oxidación, garantizando un rendimiento óptimo durante todo el ciclo de vida de la protección.