¿Por qué es tan difícil soldar acero con alto contenido en carbono? Este artículo profundiza en las dificultades propias de este material, como su tendencia a formar martensita quebradiza, lo que puede provocar grietas. Conocerá las técnicas de soldadura especializadas que se requieren y las medidas preventivas necesarias para garantizar la integridad estructural. Descubra cómo gestionar los problemas de soldabilidad y qué precauciones pueden tomarse para conseguir soldaduras satisfactorias con acero con alto contenido en carbono. Siga leyendo para profundizar en estas consideraciones críticas de la soldadura.
El acero con alto contenido en carbono se caracteriza por un contenido en carbono superior a 0,6%, lo que influye significativamente en sus propiedades metalúrgicas y procesos de fabricación. Este grado de acero presenta una mayor susceptibilidad al endurecimiento en comparación con el acero de carbono medio, formando estructuras de martensita de alto contenido en carbono propensas al agrietamiento en frío.
Durante la soldadura, la zona afectada por el calor (ZAT) de los aceros con alto contenido en carbono sufre una rápida transformación que da lugar a la formación de martensita. Esta microestructura, aunque excepcionalmente dura, es intrínsecamente quebradiza. En consecuencia, la plasticidad y tenacidad de la unión soldada se ven sustancialmente comprometidas, lo que provoca una deficiente soldabilidad global. Para mantener la integridad y el rendimiento de la unión, deben emplearse técnicas y procedimientos de soldadura especializados.
Debido a estos problemas de soldadura, el acero con alto contenido en carbono no suele ser la opción preferida para aplicaciones estructurales soldadas. Sin embargo, su excepcional dureza y resistencia al desgaste lo hacen inestimable para componentes específicos de maquinaria, como ejes giratorios, engranajes grandes y acoplamientos. Estas piezas suelen requerir la unión mediante soldadura para optimizar el uso del material y agilizar los procesos de fabricación.
En la producción de maquinaria pesada, la soldadura de componentes de acero con alto contenido en carbono puede ser inevitable. A la hora de desarrollar procedimientos de soldadura para este tipo de aplicaciones, es fundamental realizar un análisis exhaustivo de los posibles defectos de soldadura. Este análisis debe servir de base para la aplicación de los parámetros adecuados del proceso de soldadura, entre los que se incluyen:
1.1 Métodos de soldadura
El acero con alto contenido en carbono, apreciado por su excepcional dureza y resistencia al desgaste, se suelda principalmente mediante soldadura por arco metálico protegido (SMAW), soldadura por arco metálico con gas (GMAW) o soldadura por arco sumergido (SAW). Cada método ofrece ventajas distintas según la aplicación específica y las condiciones ambientales.
1.2 Consumibles de soldadura
La selección de consumibles de soldadura para acero con alto contenido en carbono es fundamental y no siempre es necesario adaptar la resistencia de la unión al metal base.
Para SMAW, se prefieren los electrodos de bajo hidrógeno debido a su:
Cuando se requiera la coincidencia de resistencia entre el metal de soldadura y el metal base, seleccione un electrodo de bajo hidrógeno del grado de resistencia adecuado. Por el contrario, si no es esencial que la resistencia coincida, opte por un electrodo de bajo hidrógeno con una resistencia ligeramente inferior a la del metal base. Es crucial evitar electrodos con niveles de resistencia superiores a los del metal base para prevenir posibles fisuras en la soldadura.
En los casos en que el precalentamiento no es factible, pueden emplearse electrodos de acero inoxidable austenítico. Estos electrodos producen una estructura de soldadura austenítica con una plasticidad y una resistencia a la fisuración superiores, lo que mitiga eficazmente el riesgo de fisuración en frío en la zona afectada por el calor (ZAT).
1.3 Preparación de las juntas
Para minimizar la dilución de carbono en el metal de soldadura, es esencial reducir la relación de fusión. Para lograrlo, se suelen utilizar diseños de ranuras en forma de U o V. La preparación adecuada de la superficie es fundamental; asegúrese de limpiar a fondo cualquier residuo de aceite u óxido en un radio de 20 mm a ambos lados de la ranura antes de soldar.
1.4 Precalentamiento
Cuando se utilizan electrodos para acero estructural, el precalentamiento es obligatorio y debe realizarse antes de la soldadura. La temperatura óptima de precalentamiento suele oscilar entre 250 °C y 350 °C, en función del contenido de carbono del acero y del grosor de la sección.
1.5 Gestión de Interpass
Para operaciones de soldadura multicapa y multipaso:
1.6 Tratamiento térmico posterior a la soldadura (PWHT)
Inmediatamente después de la soldadura, someter la pieza a un recocido de distensión:
El acero con alto contenido en carbono tiene una fuerte tendencia a endurecerse, lo que lo hace susceptible tanto a grietas calientes y grietas frías durante la soldadura.
(1) Control de la composición química de la soldadura
El control estricto del contenido de azufre y fósforo es crucial, ya que estos elementos pueden aumentar significativamente la susceptibilidad al agrietamiento en caliente. Al mismo tiempo, aumentar el contenido de manganeso dentro de los límites especificados puede mejorar la microestructura de la soldadura, aumentar la ductilidad y reducir las tendencias a la segregación. En el caso de los aceros de alta resistencia, hay que considerar elementos de microaleación como el niobio o el vanadio para refinar la estructura del grano y mejorar la resistencia a las grietas.
(2) Optimización de la forma de la sección de soldadura
La relación de aspecto de la soldadura (relación profundidad-anchura) debe controlarse cuidadosamente, manteniendo normalmente un valor entre 0,8 y 1,2. Este intervalo ayuda a minimizar la segregación de la línea central al tiempo que garantiza una penetración adecuada. Este rango ayuda a minimizar la segregación de la línea central al tiempo que garantiza una penetración adecuada. Para secciones gruesas, considere el uso de técnicas de soldadura de separación estrecha para lograr relaciones de aspecto óptimas y reducir las tensiones residuales.
(3) Gestión de la rigidez de las soldaduras
Para soldaduras de alta rigidez, aplique una estrategia de soldadura global:
(4) Técnicas de gestión térmica
Aplicar una gestión térmica específica:
(5) Optimización del electrodo y de la composición del flujo
Aumentar el índice de basicidad de los electrodos o fundentes hasta un valor típicamente superior a 1,5. Esto:
(1) Precalentamiento y enfriamiento controlado
El precalentamiento del metal base antes de la soldadura y la aplicación de un enfriamiento controlado después de la soldadura son estrategias fundamentales para mitigar el agrietamiento por frío. El precalentamiento reduce la velocidad de enfriamiento, minimizando la formación de microestructuras frágiles en la zona afectada por el calor (ZAT). El enfriamiento controlado, a menudo conseguido mediante el uso de mantas térmicas u hornos, permite la reducción gradual de la temperatura, promoviendo la difusión del hidrógeno fuera del metal de soldadura y la ZAT. La temperatura de precalentamiento y la velocidad de enfriamiento óptimas dependen de factores como la composición del material, el espesor de la sección y el contenido de hidrógeno de los consumibles.
(2) Selección de los parámetros de soldadura adecuados
La elección de los parámetros de soldadura adecuados es crucial para prevenir las fisuras en frío. Esto incluye seleccionar la corriente de soldadura, el voltaje, la velocidad de desplazamiento y el aporte térmico correctos. Los aportes térmicos bajos suelen dar lugar a velocidades de enfriamiento más rápidas, lo que aumenta el riesgo de fisuración en frío. Por el contrario, un aporte térmico excesivo puede provocar el engrosamiento del grano y reducir la tenacidad. Las técnicas de soldadura pulsada pueden ofrecer ventajas a la hora de controlar el aporte de calor y la velocidad de enfriamiento, sobre todo en el caso de materiales sensibles.
(3) Aplicación de una secuencia adecuada de montaje y soldadura
Un ensamblaje y una secuencia de soldadura bien diseñados reducen significativamente las tensiones de restricción en las uniones soldadas, mejorando el estado general de tensiones de la soldadura. Técnicas como la soldadura de retroceso, la soldadura de salto o el uso de secuencias de soldadura equilibradas pueden distribuir el calor de forma más uniforme y minimizar la distorsión. El modelado 3D y el software de simulación de soldaduras pueden ser herramientas valiosas para optimizar estas secuencias en estructuras complejas.
(4) Selección y manipulación adecuadas de los consumibles de soldadura
La elección de los consumibles de soldadura desempeña un papel fundamental en la prevención de las grietas frías. Los electrodos de bajo hidrógeno (por ejemplo, E7018 para el acero) son preferibles para los materiales sensibles. El almacenamiento, la manipulación y la preparación adecuados de los consumibles son igualmente importantes. Las varillas de soldadura y los fundentes deben almacenarse en entornos controlados y hornearse de acuerdo con las especificaciones del fabricante inmediatamente antes de su uso para minimizar la absorción de humedad. Para los alambres con núcleo de fundente y con núcleo metálico, también es crucial seleccionar la mezcla de gas de protección adecuada.
(5) Preparación minuciosa de la superficie
Una preparación meticulosa de la superficie es esencial para reducir el riesgo de agrietamiento por frío. Esto implica no sólo eliminar los contaminantes visibles como el agua, el óxido y el aceite, sino también eliminar las fuentes de hidrógeno menos evidentes como la cascarilla de laminación, la pintura y los residuos orgánicos. Deben emplearse técnicas como el esmerilado, el cepillado con alambre o el chorreado abrasivo, seguidas de una limpieza con disolventes adecuados si es necesario. Para aplicaciones críticas, la limpieza de la superficie puede verificarse mediante métodos como la prueba de rotura de agua.
(6) Tratamiento de deshidrogenación
La aplicación de un tratamiento de deshidrogenación inmediatamente antes de la soldadura es una medida eficaz para reducir el contenido de hidrógeno en la zona de soldadura. Esto puede implicar un precalentamiento prolongado o el uso de técnicas de calentamiento especializadas, como el calentamiento por inducción. La temperatura y la duración del tratamiento deben controlarse cuidadosamente en función de las propiedades y el espesor del material para garantizar una eliminación eficaz del hidrógeno sin afectar negativamente a la microestructura del metal base.
(7) Tratamiento térmico posterior a la soldadura (PWHT)
El tratamiento térmico posterior a la soldadura, incluido el recocido de alivio de tensiones, es un paso crucial en la prevención del agrietamiento en frío retardado. El PWHT tiene múltiples objetivos: reduce las tensiones residuales, favorece la difusión de hidrógeno fuera de la soldadura y puede mejorar la microestructura de la ZAT y del metal de soldadura. Los parámetros específicos de PWHT (temperatura, tiempo de mantenimiento y velocidad de enfriamiento) deben adaptarse a los requisitos del material y de la unión soldada. En el caso de estructuras de gran tamaño, pueden emplearse técnicas de PWHT locales mediante calentamiento por inducción o resistencia cuando el tratamiento en horno completo no resulte práctico.